Mantener la distancia social, usar mascarillas y desinfectarse las manos son algunas de las medidas que adoptamos en nuestra vida cotidiana para protegernos del COVID-19, pero algunos estudios han demostrado que el consumo de suplementos a base de astaxantina aumenta las defensas del organismo, destruyendo a los invasores y ayudando a la recuperación de enfermedades e infecciones.
Por eso es importante que el sistema inmunitario funcione correctamente y aquí es donde entra en juego la astaxantina, un carotenoide que se encuentra en la microalga Haematococcus pluvialis y que tiene un gran poder antioxidante, acción antiinflamatoria, neuroprotectora, inmunomoduladora, antibacteriana e inmunoestimulante.
Otro punto importante se refiere a su eficacia: es 6.000 veces más potente que la vitamina C y 500 veces más potente que la vitamina E.
La astaxantina en la lucha contra el COVID-19
Una de las características que hacen tan peligroso al coronavirus es su capacidad para desencadenar una gran formación de citoquinas, provocando una lesión aguda que da lugar a enfermedades graves como el SDRA (Síndrome de Distrés Respiratorio Agudo).
El organismo de una persona que toma astaxantina es capaz de reducir la mortalidad y mejorar su recuperación al desarrollar una mayor respuesta antioxidante y antiinflamatoria que evita la producción excesiva de citoquinas.Un estudio publicado en 2020 en la web Social Science Research Network (SSRN) titulado "COVID-19: Potential of Microalgae Derived Natural Astaxanthin as Adjunctive Supplement in Allevating Cytokine Storm", menciona que el consumo de astaxantina junto con medicamentos antivirales beneficia a las personas con Covid19, mejorando su salud y reduciendo el tiempo de recuperación.
El poder de la astaxantina
Además de ser eficaz en la lucha contra el COVID-19 y otras enfermedades respiratorias, el la astaxantina también ofrece muchos beneficios para la salud. En concreto, puede ayudar a conservar una piel joven y resistente a los rayos UV, favorecer la salud ocular y aumentar la actividad y el número de células del sistema inmunitario.
La astaxantina puede ayudar a mejorar el perfil lipídico, así como otros parámetros metabólicos, protegiendo el sistema cardiovascular, además de contribuir al control glucémico y mejorar el rendimiento del ejercicio, protegiendo contra el daño muscular y tisular inducido, reduciendo la fatiga y acortando el tiempo de recuperación.
Otro beneficio de la astaxantina es su capacidad para atravesar la barrera hematoencefálica, una barrera altamente selectiva e impermeable a la mayoría de las sustancias. Esta propiedad le permite contribuir a la salud cerebral, manteniendo el funcionamiento normal del sistema cognitivo y proporcionando protección neuronal.