Tomar el sol todos los días tiene muchos beneficios para la salud, porque estimula la producción de vitamina D, esencial para diversas actividades del organismo, además de favorecer la producción de melanina, prevenir enfermedades y aumentar la sensación de bienestar.
Por eso es importante exponerse entre 15 y 30 minutos al día, preferiblemente antes de las 10 de la mañana y después de las 4 de la tarde (cuando el sol no es tan fuerte), para reducir los riesgos asociados a la exposición.
Conozca los principales beneficios de la luz solar
Aumenta la producción de vitamina D
La exposición al sol es la principal vía por la que el cuerpo produce vitamina D. Es esencial para el organismo, ya que aumenta los niveles de calcio, fortaleciendo huesos y articulaciones. Previene la aparición de enfermedades como la diabetes y el cáncer. Previene enfermedades autoinmunes como la artritis reumatoide, la enfermedad de Crohn y la esclerosis múltiple.
Reduce el riesgo de depresión
La exposición al sol aumenta la producción de endorfinas en el cerebro, un antidepresivo natural que favorece la sensación de bienestar y aumenta los niveles de felicidad. Asimismo, la luz solar estimula la transformación de la melatonina, hormona producida durante el sueño, en serotonina, importante para el buen humor.
Protege contra las infecciones
Una exposición moderada al sol en los momentos adecuados ayuda a regular el sistema inmunitario, dificultando la aparición de infecciones, y también combate las enfermedades cutáneas relacionadas con el sistema inmunitario, como la psoriasis, el vitíligo y la dermatitis atópica.
Cómo beneficia el sol al sistema inmunitario
La vitamina D emitida por el sol también tiene un impacto directo en las defensas del cuerpo humano. Uno de los últimos estudios publicados al respecto en la revista Scientific Reports, realizado por investigadores del Centro Médico de la Universidad de Georgetown (EE.UU.), reveló que la vitamina D tiene un impacto directo en las defensas del organismo. la luz solar proporciona energía a los linfocitos o células T, que se encargan de defender al organismo contra agentes patógenos y células tumorales.
Este tipo de células necesitan esta energía para poder moverse y realizar su trabajo en nuestro organismo. Por lo tanto, si la luz solar las hace más rápidas y eficaces en su función, pueden llegar rápidamente al punto en el que se produce el "ataque" o la infección.
Precauciones para tomar el sol
No olvide evitar tomar el sol en exceso, ya que un exceso puede tener consecuencias perjudiciales para su salud, como insolación, deshidratación o cáncer de piel. Además, para reducir el riesgo de exposición a los rayos UV, se recomienda utilizar protección solar y crema solar. consumo de astaxantinaque ayuda a proteger la piel.
Sistema inmunitario en verano
Además del sol, hay otra forma de reforzar el sistema inmunitario durante el verano. La astaxantina, un nutriente que procede de la microalga Haematococcus Pluvialis y disponible para su consumo en forma de suplemento, ayuda al organismo a combatir los agentes externos que afectan a la piel, especialmente en verano debido a las altas temperaturas, contribuyendo a acelerar el proceso de envejecimiento celular.
Saber dosificar la exposición al sol con el consumo de astaxantina conducirá a una inmunidad más fuerte y, en consecuencia, a una menor probabilidad de contraer resfriados o gripe.