El cuerpo y el cerebro experimentan cambios a medida que envejecemos. A partir de los 35 años, nuestra velocidad de procesamiento se ralentiza y algunas personas pueden notar los primeros signos de olvido, pérdida de memoria o dificultad para recordar información.
Según un estudio publicado en The Lancet Public Health, debido al crecimiento y la envejecimiento de la poblaciónEn 2050, 153 millones de personas padecerán demencia en el mundo, y sólo en Portugal se calcula que habrá unas 350.000 personas.
Sin embargo, hay algunas medidas que podemos tomar para ralentizar la pérdida de memoria y reducir el riesgo de desarrollar Alzheimer u otras demencias.
Le ofrecemos cinco consejos para mantener sana su memoria.
1. Dieta mediterránea
La dieta mediterránea desempeña un papel importante en la salud del cerebro. El consumo de alimentos a base de cereales integrales, pescado y grasas saludables favorece el correcto funcionamiento de las células, reduciendo el riesgo de enfermedades arteriales, frenando el deterioro cognitivo en la vejez y disminuyendo la posibilidad de desarrollar enfermedades como el Alzheimer.
2. Suplemento de astaxantina
La astaxantina desempeña un importante papel neuroprotector debido a su capacidad para atravesar la barrera hematoencefálica, donde ejerce propiedades antiinflamatorias y antioxidantes. Debido a estas propiedades, la astaxantina contribuye a la reducir el deterioro mental de las personas mayoresEsto ayuda a retrasar el desarrollo del Alzheimer y la demencia. También se ha demostrado que mejora la función cognitiva.
3. Alimentos antiinflamatorios
Los alimentos antiinflamatorios pueden ayudar a mejorar la memoria porque los antioxidantes controlan la inflamación del organismo al reducir el estrés oxidativo causado por los radicales libres. Un estudio publicado en la revista Neurología reveló que las personas que comían más fruta y verdura tenían menor riesgo de deterioro cognitivo y demencia en comparación con los que comían menos de estos alimentos.
4. Comer chocolate negro
El chocolate no sólo es delicioso, sino también nutritivo, ya que aporta una potente dosis de antioxidantes llamados flavonoides (especialmente beneficiosos para el cerebro). Éstos ayudan a estimular el crecimiento de los vasos sanguíneos y a aumentar el flujo sanguíneo en las zonas cerebrales relacionadas con la memoria.
5. Pescado azul
El pescado es una fuente de fósforo, un elemento químico esencial para las membranas neuronales. Por esta razón, su consumo es importante para asegurar una ingesta adecuada de fósforo. También destacamos el omega-3, que desempeña un papel protector frente al deterioro cognitivo. Su consumo influye en aspectos como la memoria, el aprendizaje y la inteligencia.
6. Frutas secas
Además de ser una gran fuente de omega-3, aportan fósforo, magnesio, vitamina E y vitaminas del grupo B, aliados de la salud cerebrovascular para mantener un correcto riego sanguíneo en nuestro cerebro. Las nueces son ricas en antioxidantes como los polifenoles, que ralentizan el envejecimiento de nuestras neuronas al actuar contra los radicales libres causantes del estrés oxidativo.
7. Frutas
Este grupo incluye los frutos rojos, que son fuente de vitamina C, ácido fólico, minerales y antioxidantes que ayudan a mantener una memoria sana. Las manzanas tienen quercetina, un importante antioxidante que ayuda a proteger el cerebro.
8. Alimentos ricos en fibra
Los alimentos ricos en fibra deben consumirse preferentemente enteros, ya que contienen vitaminas del grupo B y ácido fólico, que ayudan a mantener sano el cerebro. Gracias a esta sustancia, se controlan los niveles de azúcar y colesterol en sangre, lo que contribuye a mejorar la salud cerebral.