En invierno es muy común oír la expresión "tener las defensas bajas", pero ¿qué significa eso? En pocas palabras, el sistema inmunitario de nuestro cuerpo está debilitado y estamos más expuestos a virus y bacterias. Gripes, resfriados, bronquitis e infecciones respiratorias son algunos ejemplos de enfermedades que empiezan a aparecer en la población con la llegada del primer frente frío. Además del frío, el cambio de temperatura también contribuye a disminuir la inmunidad del organismo. Por eso, además de comer bien, es vital consumir antioxidantes para mejorar nuestra capacidad de defensa.
Las principales fuentes de antioxidantes
Las frutas, las verduras, los cereales integrales y los suplementos de astaxantina contienen grandes cantidades y variedades de antioxidantes. Entre los principales se encuentran:
1. Jengibre
El jengibre contiene una sustancia llamada gingerol, que regula el sistema inmunitario, protegiendo al organismo de enfermedades autoinmunes. Además, tiene propiedades antiinflamatorias y termogénicas, por lo que reduce la posible propagación de virus y bacterias.
2. Verduras de color verde oscuro
Comer rúcula o espinacas ayuda a madurar las células inmunitarias, lo que aumenta la resistencia del organismo a las infecciones. El ácido fólico presente en estos alimentos participa en la formación de glóbulos blancos, responsables de las defensas del organismo.
3. 3. Té verde
Es una de las bebidas más consumidas en el mundo y una de las que ayuda a las defensas del organismo en inviernoEsto se debe a que aporta al organismo una gran cantidad de polifenoles, que tienen propiedades antioxidantes.
4. Ajo
Tiene una función inmunoprotectora, antiinflamatoria y antioxidante, ayudando a reforzar la inmunidad al multiplicar las células que combaten las infecciones.
5. Astaxantina
Los beneficios de astaxantina en el organismo son numerosas. Su consumo diario refuerza el sistema inmunitario frente a agentes externos, creando una barrera que dificulta el contagio de enfermedades como los resfriados y la gripe al mantener sanas las células.
6. Probióticos
Junto con extractos de alerce, zinc y selenio, aportan fermentos lácticos vivos, que contribuyen a reforzar las defensas del sistema inmunitario.
Otros cuidados esenciales
Además de los oxidantes, para mejorar las defensas del organismo en invierno es importante seguir otros hábitos saludables como beber mucha agua para mantener hidratadas las mucosas y prevenir así los resfriados. Ajustar la ropa y proteger las extremidades -cabeza, manos y pies- es otro punto clave.
Tampoco hay que olvidar que un sueño reparador repercute positivamente en el sistema inmunitario. Cuando el organismo descansa lo necesario, aumenta la producción de citoquinas antiinflamatorias, importantes para combatir las infecciones.